En la actualidad, una de las mayores transformaciones que viven los países del mundo, viene siendo causada por los efectos migratorios. Y es que cada vez resulta más tentadora la idea de expandir los horizontes en otro país, cuestión que puede sonar muy sencilla de decir, pero algo complejo de ejecutar.

Otra situación se da si se trata de que al jefe de la empresa donde trabajas se le ha ocurrido la idea de expandir su negocio hacia otros países y ha decidido que tú serás uno de los “expatriados” término del que estaremos hablando en este artículo.

Es importante conocer de qué se trata lo que estamos hablando, ya que al oír el término nos podemos sentir un poco perdidos; ¿qué es un trabajador expatriado?, no es más que un trabajador que se encuentra prestando sus servicios o, dicho de otra forma, ejecutando sus labores como profesional bien sea de forma temporal o permanente para la empresa en la que está contratado, fuera de su país de origen.

Ahora bien, esto no es tan sencillo como se lee, ya que toda persona que se encuentre bajo dicha condición debe cumplir y/o atenerse a un conjunto de leyes o dicho de una mejor manera, normativas de seguridad del país donde sean acogidos. La gestión de expatriados es fundamental para el éxito de la persona o familia que se traslada.

 

Normativas para los trabajadores expatriados

Como en todos los casos de traslado de personas a otros países, existe una normativa, para un  trabajador expatriado no es la excepción. Si el país al que se traslada no pertenece a la Unión Europea, pero existe algún tipo de convenio de Seguridad Social, el deber es regirse bajo esa norma.

En caso de que no exista ningún convenio, no esté estipulado o simplemente no haya registro de ello; se sigue la normativa planteada en la Orden Ministerial del 27 de enero de 1982. Esto dice que los trabajadores están en una situación asimilada de alta y la cotización debe realizarse en España, esto previsto en caso de alguna eventualidad que pueda ocurrir y que el país de destino no cubra.

En cuanto al régimen fiscal es un poco más complejo, pero explicado de forma fácil de comprender sería de esta manera:

 

Tributar en España

Esta es la forma menos común de tributar, suele ser más frecuente que se tribute si se encuentra en el primer año de traslado y se hizo el cierre del ejercicio.

La única forma de que esto sea posible, es que el trabajador en cuestión resida en España al menos 183 días del año.

 

Tributar solo en el país de destino

Al igual que en el anterior, un trabajador expatriado para tributar solo en el país de destino debe vivir al menos 183 días en este país; además deberá existir un convenio de doble imposición que lo exima de pagar impuestos en ambos países; de esta manera el expatriado podrá ser considerado un residente fiscal del país en el que trabaja.

 

Tributar en España y en el país donde trabajas

En general, esta es la forma más común de hacerlo; se utiliza cuando no existe un acuerdo entre ambos países que evite la doble imposición. Al menos en España entrarás en una sección llamada “Impuesto para no Residentes”.

 

Ventajas y desventajas de un trabajador expatriado

Ahora bien, toda acción tiene sus ventajas y sus desventajas, en el caso de ser expatriado tenemos algunas:

 

Ventajas:

  • En general, cuando eres un trabajador expatriado es porque tienes un ingreso salarial mayor que en España.
  • El coste de vida en el país de residencia probablemente sea más económico o puede que se encuentre totalmente acorde al salario que percibes.
  • Conforme a lo dicho anteriormente, el poder adquisitivo aumenta.
  • Muchas veces ser expatriado implica bonificaciones económicas, lo que incluye el acceso a la vivienda y pago de transporte o desplazamiento; además de abrir cuenta corriente en España si eres extranjero (en caso de que seas expatriado hacia España).

 

Desventajas:

  • Cotizar en la seguridad social española puede desencadenar una jubilación más tardía de lo esperado.
  • Cuando el tiempo de residencia en España es corto, el régimen de Seguridad Social se nota, ya que excluye la cobertura de algunas enfermedades.

 

Pexels

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